de asesinos psicopatas y otras criaturas (parte 3)
Se llamaba Ines, sus ojos eran claros como las hojas secas que caian de los arboles en otoño. Un dia mientras pasabamos por su casa nos cuadro en la esquina, nos interrogo sobre nuestro “habito”, yo no podia dejar de mirar su blusa, blanca y limpia, por la que se asomaban sus senos (para tener 11 años, tenia senos bastante maduros).
Ella lo sabia y me sonreia entre palabra y palabra, pero no solo a mi, el chino wong y el gringo patrick tambien caian en el hechizo.
Tarde nos dimos cuenta de que ella solo jugaba con nosotros...
Cada uno tuvo su oportunidad, luego de que nos increpara por espiarla se nos unio los fines de semana en nuestras expediciones a las afueras del barrio, en los cuales veiamos los vehiculos pesados desde la avenida, como parados en el limite de nuestro mundo, sentados en una banca enegrecida por el hollin de los escapes.
El barrio era nuestro reino, mas alla de sus limites se encontraba lo desconocido, y rara vez saliamos fuera de el, pero ella empujo esos limites hasta el limite de nuestra resistencia, guiandonos por caminos desconocidos hasta que las piernas no daban mas y debiamos regresar tomando micros o combis.
Siempre al volver de nuestros viajes see daba la vuelta despacio y se despedia con la mano abierta en el aire, mientras los tres babeabamos ante la angelical vision.
Un sabado, a dos meses de haberla conocido, el gringo patrick no aparecio en el lugar desde donde partiamos, Ines tampoco, el chino y yo vagamos sin rumbo por lugares conocidos, pateando latas y comiendo helados hasta el atardecer, cuando los vimos, besandose en una banca cerca del parque principal, bajo las luces de una confiteria...
Arcade Fire "Afterlife"
(Continuara...)
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